Desde que tengo memoria, crecí entre peines, rulos, tijeras y números. Mi Madre, una apasionada peluquera, me enseñó el arte de embellecer, mientras que mi Padre, un sagaz empresario, me enseñó el arte de los números. A lo largo de los años, vi cómo muchos Peluqueros, amigos que conocía en los cursos de reciclaje, luchaban por mantener sus salones abiertos, no por falta de talento, sino por no tener el conocimiento empresarial necesario. Decidí que tenía que hacer algo al respecto. Y así, comencé a compartir lo que había aprendido en mi blog EntrePeinesyNumeros.com, y transformé el salón de mi Madre en un referente de éxito, abriendo un segundo centro que ha seguido la misma línea desde 2004. Ahora, quiero compartir ese conocimiento contigo.